Hace algunas semanas, comentaba la opinión que Mario Vargas Llosa tuvo durante la Feria Internacional de Libro de Guadalajara 2005. La frase que Mario esgrimió con mucho vigor y convicción fue: El nacionalismo es una catástrofe.
No vengo ahora ha comentar la frase, o si es una frase acertada o si por el contrario se trata de una defensa a ultranza del neoliberalismo, pues considero que simplemente se trata de una opinión sincera del escritor.
Sin embargo, ¿El nacionalismo es una catástrofe? Viéndolo desde otro enfoque, se pueden resaltar algunos beneficios que el nacionalismo está propiciando en nuestro comercio y que por cierto no somos los primeros en valerlo.
En los 90s cuando en nuestro país se ponía en boga el término “Globalización” y éste era objeto de simposiums, conferencias, y demás actividades; se pensaba mucho en la posibilidad que la globalización (apertura de mercados y fronteras) afecten el sentimiento nacionalista de un pueblo. Es decir, que la mezcla de culturas y la rápida absorción de conocimientos y costumbres extranjeras produzcan un sentimiento por lo foráneo incluso superior que por lo nuestro.
Felizmente, en estos años he visto todo lo contrario. La Globalización per se ha cambiado nuestra cultura… la esta uniendo.
Es notorio ver como los peruanos prefieren comprar productos nacionales. El surgimiento de campañas, como los programas "Hecho en el Perú", "Cómprale al Perú" o el más reciente "En esta navidad cómprale al Perú", sólo son un reflejo de los beneficios del nacionalismo, no desde un punto de vista político sino principalmente comercial.
Para ahondar en el tema, el especialista en estudios de mercado, Rolando Arellano, publicó un informe llamado el Nacionalismo de Consumo en el Perú, en el que nos explica porque la gente prefiere los productos nacionales en igualdad de condiciones (calidad y precio) que los productos extranjeros.
Informe: Nacionalismo en el Consumo
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